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       Las
        situaciones más curiosas de los juegos de rol 
       
       
        El gran sacerdote de <...> (un PNJ) va a curar a un PJ: 
        "Por el poder de <...>, Sanna! (quería decir sana). 
        Las carcajadas fueron masivas: "Qué mala idea. Vas a que 
        te curen y te echan la sarna!".
       
        La tirada más alta que sacamos en El Señor de los 
        Anillos fue un 365 en una tirada de Percepción.
       
        Traveller. Un gigantesco tronco bloquea el camino. Un personaje con 
        la máxima fuerza intenta apartarlo. El sibilino master le mira 
        maliciosamente y le pide al jugador que tire los dados. Tras una 
        serie de buenas tiradas el master le dice que no ha movido el tronco 
        ni un milímetro. Se retira y deja paso a un personaje con una 
        fuerza normal que sin problemas lo levanta. Mosqueado el jugador 
        pregunta al master que habilidad ha usado. La respuesta: la 
        habilidad de Puño!
       
        Otra de traveller. Un personaje roba un tanque laser. Al salir de la 
        base un soldado en armadura de combate le cierra el paso. El tanque 
        dispara su cañón y el soldado su fusil laser. 
        Resultado: un tanque en llamas y un soldado que ni siquiera retrocede 
        un paso.
       
        Rolemaster. Acabamos de asaltar un aparentemente campamento orco, 
        cuando tras la colina vemos más de 500 pieles verdes 
        dispuestos a capturarnos. Desde luego, no teníamos intenciones 
        de ser capturados vivos, ni tampoco de dejarnos matar. 
        Solución: Les ordenamos que se rindan. SE CONSIGUIÓ LA TIRADA.
       
        Despues de ver la pelicula de Robin Hood de Kevin Costner me 
        pareció una buena idea hacer el truco de las flechas (ya 
        sabéis, cortar una parte de la pluma para que la flecha 
        tuerza). Cuando hice el truquillo una de mis flechas se perdió 
        en el bosque, la otra dio la vuelta y me atravesó la cabeza. 
        No quedó ahí la cosa, cuando tiré para ver el 
        daño me salió tal tirada que me dejo paralítico. Ale!
       
        De esto ya hace cinco años, el dia que jugamos 27 horas 
        seguidas a El señor de los anillos. Eran las cinco de la 
        madrugada, y los PJ habian asaltado el castillo de Shulton ni Shang 
        para vengarse de él. Ya en la sala del trono, mis PJ se 
        encontraron con un Balrog. Todos se enfrentaron al monstruo menos 
        uno, Liphin el mago, que escapó por una puertecilla. Liphin 
        miraba aterrado el combate desde la puerta, cuando Shulton ni Shang 
        en forma humana lo asaltó por detrás. El Balrog casi 
        habia dejado fuera de combate a todos los jugadores, Liphin estaba 
        medio muerto, cuando Klork, un Guerrero, atacó una vez mas al 
        Balrog: tira los dados: 100; repite tirada: 100; repite tirada: 100; 
        repite tirada: 21. Eso si que fue magia de verdad. Os podeis imaginar 
        como se me erizó el vello de los brazos y de la nuca, como 
        lloraron mis ojos. Fue un momento inolvidable. Era la madrugada, mis 
        amigos gritaban como locos, yo estaba con otro revolcandome por los 
        suelos, otro se dio un golpe en la cabeza con una lata. Fue 
        increíble. Era una cosa que no podía estar pasando, las 
        posibilidades eran de una contra un millón.
       
        Alguien ha intentado intimidar a un Macute del Fanhunter? Puede ser 
        antológico. Uno acabó tirandose por una azotea 
        después de la cara que puso el susodicho invasor gabacho.
       
        Señor de los anillos: no sé cómo mi grupo y yo 
        habíamos terminado siendo la diversión de una tribu 
        orca, enfrentandonos en la arena contra orcos y demás bestias. 
        El caso es que en uno de esos combates librados, le seccioné a 
        un orco la espina dorsal dejandolo inmovil del cuello a los pies (un 
        crítico increíble), me las prometía felices 
        cuando para mi sorpresa el orco en un desesperado intento de 
        dañarme, intentó morderme cuando caía sobre mi 
        cuerpo, las tiradas por parte del DJ que continuaron a ésto 
        fueron las tiradas más increíbles que nunca he visto. 
        Tan mala suerte tuve que la pelea terminó con el orco 
        agonizante y mi personaje muerto en la arena con un mordisco en el 
        cuello. En fin a mis compañeros de aventura les hizo mucha 
        gracia pero la verdad es que a mi no me hizo ninguna.
       
        Jugando al Cyberpunk recuerdo una partida en la que estábamos 
        asaltando un edificio y conseguimos matar a casi todo el mundo que 
        habia alli. Solo quedaba un tío. Le herimos. Ya en el suelo 
        alguien decidió dar uso a un cuchillo cibernetico o algo por 
        el estilo, que no habia podido utilizar por el momento, y así 
        no gastar balas. Fue mala suerte porque el hombre no estaba 
        inconsciente y pudo hacer una ráfaga con lo que consiguio 
        matar a unos cuantos de nuestro herido grupo. Mala suerte!
       
        Un "ENORME" grupo de goblyns (de Ravenloft), cinco para ser 
        exactos casi mataron a un grupo de inválidos aventureros 
        (otros cinco) de nivel cinco, eso sí, con un paladín de 
        nivel 5 que el pobrecito con su armadura 0 y su mandoble +2 no pudo 
        hacer nada para salvar a los otros 3 compañeros que perecieron 
        en el campo de batalla.
       
        Joan Amat: Tradición de mis partidas de rol, al principio de 
        la partida el master tira un dado y el numero que sale por ejemplo 87 
        quiere decir que saldrán muchos números que empiecen 
        por 8. Hasta aquí vale pero el día que sacamos un 100 
        no paramos de sacar 100 en toda una partida relativamente corta 
        (sacamos siete 100).
       
        Sergi García: Señor de lo Anillos. Prisión de 
        las malas esperanzas. Cuando todo parecía salir bien, oigo 
        como todos los guardianes suben alertados, decido coger a mi 
        compañero y tirarme por la ventana; lo que no sabía es 
        que abajo en el hoyo había pirañas. Recibo un 
        crítico de aplastamiento, y no me da tiempo a salir; 
        sólo se salva mi espada y escudo, que no gustan a las pirañas.
       
        Joan Amat: Un amigo mío tenía tanta suerte en tirar los 
        dados que llevaba un año jugando a rol, tenia 4 fichas, de 
        nivel dos, tres, cinco y ocho. Cuando su peor ficha (la de nivel dos) 
        se murió le cogió tal furia que se dedicó a 
        jugar con su ficha de nivel ocho. Ahora me duplica en nivel, el 
        problema es que yo le quintuplico en años jugando a rol.
       
        Manuel Ruiz: Nos colamos en una caverna donde había una 
        reunión de una secta de la Noche Oscura y de lejos, ya que 
        aún no nos habían descubierto, apunté con el 
        fusil al jefe de la congregación (era el más peligroso 
        de las 50 personas y 10 gouls). Pues nada, fallé el tiro y nos 
        descubrieron. El caso es que mientras se nos echaban encima 
        tenía el tiempo justo para cargar el fusil de nuevo y repetir 
        la operación. Pues repetí EXACTAMENTE la 
        operación, ya que volví a fallar el disparo contra el 
        cabecilla, y ya se nos echaron todos encima. Para colmo saqué 
        el revolver y se me encasquilló (fue pifia) y exactamente lo 
        mismo le pasó a Javi. Total, que nos tuvimos que tirar todo el 
        combate (hasta nuestra muerte) a base de puñetazos y navajazos.
       
        Alex García Misiego: Era una partida del AD&D. Mi PJ era 
        un paladin, y después de acabar una aventura en la que 
        liberamos a un mago, uno de mis compañeros decidió 
        robar las pertenencias del citado mago, haciendolo delante de mis 
        narices, obligado por mis razonamientos, le dije que lo devolviera y 
        al negarse, nos vimos envueltos en un combate espada contra espada, 
        el resultado: LOS DOS MUERTOS.
       
        Joan Amat: un PJ estaba en un tunel de 1.75 m de altura y 2m de alto. 
        Tenia un orco detras (nivel 3) y dos delante, de los que el mas 
        cercano tenia nivel 6 y el mas lejano nivel 5. PJ: "me escapo, 
        esquivo al de nivel 6, corro más que el de nivel 3 que me 
        persigue, y cuando el de nivel 5 me quiera coger me tiro por debajo 
        sus piernas". Tres tiradas absurdas con un -10 adicional, El tio 
        llevaba coraza, y sin embargo escapó de todos los orcos tan 
        contento y sin un rasguño!
       
        David Montilla: In nomine Satanis: tras una laboriosa 
        investigación descubrimos que un monasterio románico 
        sito en Irlanda era el centro de un grupo de demonios. Para intentar 
        infiltrarnos, nos hicimos pasar por estudiantes de Historia del Arte 
        de Bellaterra. Conseguimos ambientarnos e ilustrarnos sobre el tema. 
        Tras ello, nos dirigimos hacia allí y le dejamos a Maxi, con 
        la intención de timarlos diciendo que estábamos 
        haciendo una tesis doctoral sobre dicho monasterio ROMANICO, caso 
        bastante raro en Irlanda. Reproducimos aquí el diálogo: 
        Monje: ¿Que querían? Maxi: Venimos de Barcelona ... a 
        hacer un estudio del monasterio ROMANICO de los Romanos. Sin comentarios.
       
        Joan Amat: en una campañ nos enfrentábamos a unos 
        fantasmas que tenían poderes. Eran 12 y me había 
        cargado 9. Los tres poderes que quedaban eran: Dividirse en dos, 
        Ilusionismo y Transformarse en cualquier objeto o persona. Muy bien, 
        el fantasma Nº 10 vive en un sótano, entramos y muy 
        rapidamente oímos un CTANG! una piedra esférica enorme 
        nos perseguía; media hora de reloj tirando dados para escapar 
        de la piedra, el master se reía como un loco mientras tiraba, 
        hasta que yo tiré mi daga hacia atrás con el vago 
        pensamiento que podía ser ilusionismo, y efectivamente, LO ERA!
       
        Miguel Angel: AD&D: un grupo de PJs es atrapado por un 
        dragón que se dispone a atacarles. El último recurso 
        del grupo antes de morir es un conjuro de Poliformizar del mago, para 
        convertir al dragón en un ser inofensivo (un caniche). El mago 
        lanza el conjuro. El DM sonríe pues el dragón tiene una 
        resistencia a la magia considerable, pero frunce el ceño 
        cuando falla la tirada. "Bueno, aún tiene una tirada de 
        salvación bastante fácil". Que falló 
        también. "Guau! Guau!"
       
        Manuel Trapiello: (AD&D) Mi grupo se encontró con un 
        tremendo troll en un bosque después de salir milagrosamente 
        vivos del encuentro con un grupo de leones. Un ladrón sin 
        ganas de luchar decidió usar un frasquito que le habían 
        dado y del cual le habían dicho que haría pedazos al 
        enemigo al que se lo lanzara cuando todos los demás 
        estábamos luchando con el troll. Resultado del aceite de arder 
        furiosamente: todos muertos (ladrón y troll incluídos) 
        excepto una barda que se encontraba lejos tirando flechas (Por 
        cierto, que curó a un sacerdote que curó al resto del 
        grupo, pero eso ya es otra historia).
       
        Manolo Piedra: Estábamos unos colegas y yo intentando asaltar 
        una fortaleza en una isla, comunicada con la costa en la que 
        estábamos nosotros por puente. Pero claro, nadie se 
        atrevía a cruzar el puente, y el bajar a la playa para llegar 
        nadando a la isla suponía unas pocas tiradas de escalada dado 
        que por todos lados la bajada era un precipicio. Con nosotros 
        venía un principe muy chulo, llevado por el Master, que ni 
        corto ni perezoso, se pone a correr como loco para el precipicio y 
        salta al agua para llegar nadando a la isla. Comenzamos a hacer las 
        tiradas de rigor, cuando nos damos cuenta que ¿cuales 
        serían las tiradas de rigor? Tenemos la mala suerte de contar 
        en nuestro grupo con un futuro, muy lejano futuro, químico. 
        Él dice que las cosas se hacen bien o no se hacen, así 
        que le pide al Master la gravedad del planeta en el que estamos, la 
        densidad del agua, también la altura, el peso, velocidad del 
        príncipe corriendo, etc. Y, a las cuatro de la mañana 
        una calculadora y un folio lleno de números, había 
        apartado las hojas de personajes y los dados, para calcular 
        cuánto se aparta el príncipe del precipicio, 
        cuánto se sumerge en el agua, y cuánto tarda en salir 
        de nuevo a la superficie. Lo peor del asunto es que nuestro Master 
        pudo darle todos los datos porque estabamos jugando a Rolemaster, 
        donde vienen tablas hasta para calcular la natalidad de un pueblo.
       
        Javier Vijande Asenjo: un PJ ante un campo minado. "Quiero hacer 
        un detector de minas". "¿Que materiales tienes?". 
        "Una caja pequeña de cartón, un cigarro y un 
        condón". "¿Pero tú que clase de DJ 
        mamá crees que soy?. Bueno, si sacas un éxito 
        crítico (01) lo consigues". Se pasó todo el campo 
        minado con su flamante detector de minas bailando claqué y 
        partiéndose de risa.
       
        Javier Vijande Asenjo: un PJ rambo en medio de dos tanques. "Mira
         te lo vuelvo a repetir (ante mi mirada de asombro), es muy sencillo, 
        yo hago un salto mortal, conforme voy cayendo saco mi Katana 
        (Alemania 1941) y le corto el cañon a ese Panzer, al aterrizar 
        en la torreta saco el cuchillo que llevo en la bota lo lanzo contra 
        el otro, entra por el visor (2 cm. de ancho) y mato al conductor, en 
        ese momento, cuando el otro tanque dispare yo doy otro salto mortal y 
        si tengo suerte, además de escapar, ese disparo se cepilla al 
        primer tanque. Pero si es muy sencillo, ¿por qué tengo 
        que tirar?...."
       
        Divad Dancings Winds: me acuerdo de aquella vez que capturaron a un 
        mago Túnica Negra (de cuyo nombre no quiero acordarme) por 
        intentar sobornar a un guardia del alcalde de Caergoth (vease 
        Dragonlance) y lo rodearon. Él estaba en nivel 8 y como no 
        tenía sitio donde ir, lanzó una bola de fuego a sus 
        pies. Todos los guardias murieron, y él con ellos. 
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